Hongos: la próxima revolución en materiales, fabricación y reparación ambiental

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Durante décadas, los hongos han sido pasados por alto: relegados al reino entre plantas y animales, pero que poseen capacidades biológicas extraordinarias. Ahora, los científicos e innovadores finalmente están reconociendo su potencial para revolucionar industrias que van desde el embalaje y la construcción hasta la electrónica y la limpieza ambiental. Los recientes premios Future is Fungi destacaron una ola de avances que muestran cuán versátiles son estos organismos.

La potencia biológica

Los hongos, particularmente sus sistemas de raíces en forma de hilos llamados micelio, prosperan en condiciones que los humanos consideran hostiles. Pueden descomponer moléculas complejas como plásticos y compuestos de petróleo y, al mismo tiempo, construir materiales resistentes y livianos a partir de desechos agrícolas. Esta doble capacidad (destrucción y construcción) es lo que los hace tan valiosos.

La clave no es sólo su versatilidad, sino también su eficiencia. Los hongos pueden sintetizar sustancias químicas, limpiar la contaminación e incluso funcionar como computadoras biológicas sin los procesos de fabricación tradicionales que consumen mucha energía.

De pañales autocompostados a productos químicos sostenibles

Un ejemplo sorprendente es el pañal Hiro, diseñado para descomponerse por completo en un año gracias a los hongos incrustados que digieren los plásticos. Si bien persisten desafíos con polímeros rebeldes como el polietileno, el concepto central es viable.

Más allá de la gestión de residuos, empresas como Michroma y Mycolever están utilizando la fermentación fúngica para producir alternativas más ecológicas a los aditivos derivados de petroquímicos. A diferencia de los procesos sintéticos, la producción de hongos requiere menos recursos y ofrece mayor flexibilidad.

“En las últimas décadas, hemos descubierto que hay aproximadamente 5,1 millones de especies de hongos en este planeta… Nos hemos dado cuenta de que son capaces de hacer mucho”, dice Britta Winterberg, directora ejecutiva de Mycolever.

Más allá de los materiales: dispositivos electrónicos contra hongos y espuma contra incendios

El potencial no se limita a los materiales. Los investigadores están explorando el micelio de hongos como base para circuitos informáticos no convencionales. Estos materiales vivos pueden pulsar, almacenar señales e incluso responder a estímulos ambientales.

Mientras tanto, Metanovation está desarrollando una espuma contra incendios a base de micelio que se biodegrada naturalmente, a diferencia de las espumas sintéticas cargadas con químicos PFAS dañinos.

Una perspectiva realista

Si bien la tecnología fúngica es inmensamente prometedora, no es una solución milagrosa. Algunos plásticos siguen siendo resistentes a la degradación por hongos, y la electrónica fúngica a gran escala sigue siendo especulativa.

Sin embargo, la tendencia más amplia es clara: los hongos son los ingenieros originales de la naturaleza y apenas estamos comenzando a desbloquear su potencial. La clave radica en integrar estos organismos en un cambio más amplio hacia la sostenibilidad, sin reemplazar todas las tecnologías convencionales.

En la búsqueda de soluciones a los desafíos ambientales e industriales, es posible que las respuestas ya estén creciendo silenciosamente bajo nuestros pies.