Observaciones recientes del cometa interestelar 3I/ATLAS han revelado un espectáculo fascinante: el cometa irradia un distintivo brillo verde y, sorprendentemente, parece ocultar su cola. Sin embargo, los expertos aseguran que esto no indica ningún problema con el cometa; más bien, proporciona información valiosa sobre su composición y comportamiento a medida que viaja a través de nuestro sistema solar.
Una mirada más cercana con el telescopio Lowell Discovery
El investigador Qicheng Zhang, que trabaja en el Observatorio Lowell en Arizona, utilizó el poderoso Telescopio Discovery para capturar nuevas imágenes del cometa el miércoles 5 de noviembre. Las observaciones se realizaron cuando el cometa se alejaba del sol después de completar un giro alrededor de su lado opuesto.
¿Por qué el resplandor verde? Comprender el carbono diatómico
Como la mayoría de los cometas que se acercan al sol, 3I/ATLAS desarrolla una nube de gas y polvo conocida como coma a medida que el hielo y otros materiales se subliman (transición directa de sólido a gas) debido al calentamiento solar. Las observaciones de Zhang se centraron en partículas de carbono diatómico (C2), que producen un brillo verde distintivo cuando se ven a través de un filtro específico.
Explicó que el cometa contiene grandes moléculas de hidrocarburos, compuestas de carbono e hidrógeno. Cuando se exponen a la luz ultravioleta (UV) del sol, estas moléculas se rompen. “Es algo así como por qué nos quemamos con el sol si permanecemos demasiado tiempo al sol sin protector solar”, explicó Zhang. La luz ultravioleta destruye las células de nuestra piel; de manera similar, descompone las moléculas del cometa. Un subproducto de este proceso es el carbono diatómico, que los astrónomos detectan fácilmente.
La apariencia de la cola: una perspectiva inusual
Si bien las imágenes sugieren la falta de una cola de polvo, los astrónomos no están preocupados. Un examen minucioso revela un ligero brillo en el lado izquierdo del cometa, indicativo de su cola. Zhang explicó que esta asimetría surge porque la cola se ve de frente y está colocada directamente detrás del cometa, curvándose ligeramente hacia la izquierda. En esencia, estamos observando la cola desde un ángulo único, oscureciendo toda su extensión.
Una celebridad celestial: de nave espacial alienígena a reliquia antigua
El cometa 3I/ATLAS ha ganado rápidamente reconocimiento desde su descubrimiento en julio, en parte impulsado por la especulación de que podría ser una nave espacial extraterrestre. Sin embargo, la opinión predominante entre los astrónomos es que se trata de un cometa procedente de un sistema estelar desconocido dentro de la Vía Láctea.
Sin embargo, clasificarlo simplemente como un cometa “normal” sería quedarse corto. Es sólo el tercer visitante interestelar jamás registrado y, potencialmente, el cometa más antiguo observado: un estudio sugiere que podría ser 3 mil millones de años más antiguo que nuestro propio sistema solar.
Observaciones posteriores al perihelio: una ventana crítica
Recientemente, el cometa volvió a ser visible desde la Tierra después de desaparecer detrás del Sol, alcanzando su punto más cercano a nuestra estrella (perihelio) el 29 de octubre. Este período después del perihelio es vital para los astrónomos, ya que los cometas son más activos durante esta fase, lo que brinda una oportunidad crucial para analizar su composición gaseosa.
Una costra de material irradiado: un desafío potencial
Las primeras investigaciones insinuaron que el cometa había soportado una exposición prolongada a la radiación espacial, lo que resultó en una corteza gruesa e irradiada que puede diferir significativamente de su material original. Si se confirma, esta “corteza” podría complicar la tarea de descifrar los orígenes del cometa, ya que los científicos estarían analizando material irradiado en lugar de componentes prístinos de su sistema estelar de origen.
Color y brillo: más allá del ojo humano
El equipo de Zhang ha publicado una investigación preliminar que indica que el cometa se iluminó rápidamente antes del perihelio, pareciendo notablemente más azul que el sol. La nueva observación verde no indica un cambio de color desde el perihelio. El término “más azul” o “más rojo” en astronomía se refiere a longitudes de onda de luz más cortas (azul) o más largas (roja), y 3I/ATLAS es considerablemente más brillante cuando se ve a través de filtros más azules, aunque estos filtros incorporan una mezcla de luz verde y azul.
Observaciones accesibles: incluso los telescopios pequeños pueden verlo
Zhang señaló que el Telescopio Lowell Discovery estaba en una posición única para observar el cometa inmediatamente después del perihelio. Sin embargo, el cometa se encuentra ahora lo suficientemente alto en el cielo como para que muchos telescopios más grandes e incluso pequeños telescopios personales (con una lente de 6 pulgadas) puedan capturar su imagen.
El cometa 3I/ATLAS ofrece una extraordinaria oportunidad para estudiar un visitante interestelar, una reliquia de otro sistema estelar, que ofrece información sin precedentes sobre la composición de otros sistemas planetarios. Espere una avalancha de nuevos descubrimientos en los próximos meses a medida que los astrónomos de todo el mundo centren su atención en este vagabundo celestial.






























