Una nueva investigación confirma que sequías severas que duraron varias décadas desempeñaron un papel clave en el lento colapso de la civilización del valle del Indo, una de las primeras sociedades urbanas del mundo. El estudio, publicado en Communications Earth & Environment, destaca la vulnerabilidad de las sociedades complejas al estrés ambiental a largo plazo, en particular la escasez de agua.
El ascenso y la caída de una civilización ribereña
La civilización del valle del Indo floreció hace unos 5.000 a 3.500 años en el actual Pakistán y el noroeste de la India, centrada alrededor del río Indo y sus afluentes. En su apogeo (hace 4.500 a 3.900 años), contó con una planificación urbana avanzada, una gestión compleja del agua y un sistema de escritura único. Sin embargo, hace unos 3.900 años, esta civilización inició un largo declive que finalmente condujo a su colapso. Las causas se han debatido durante décadas.
Las simulaciones climáticas revelan la verdad
Los investigadores utilizaron modelos climáticos combinados con datos paleoclimáticos (estalactitas, registros de lagos) para reconstruir las condiciones en el valle del Indo hace entre 5.000 y 3.000 años. Encontraron evidencia de un ligero aumento de la temperatura (0,5°C) y una reducción de las precipitaciones (10-20%) durante el período. Más importante aún, identificaron cuatro sequías prolongadas, cada una de las cuales duró más de 85 años, hace entre 4.450 y 3.400 años. Estas sequías afectaron entre el 65% y el 91% de la región.
Cómo las sequías remodelaron la sociedad
Los primeros asentamientos (hace 5.000 a 4.500 años) se concentraron en zonas más húmedas. Pero a medida que las sequías se intensificaron después de hace 4.500 años, las poblaciones se desplazaron más cerca del propio río Indo, probablemente en respuesta a la disminución de las precipitaciones. La sequía más grave, que duró 113 años, hace entre 3.531 y 3.418 años, coincidió con evidencia arqueológica de abandono generalizado de los centros urbanos.
“La civilización del valle del Indo probablemente no colapsó repentinamente, sino que decayó lentamente, siendo las sequías prolongadas un factor importante”.
La visión a largo plazo: estrés ambiental y resiliencia social
El estudio sugiere que la civilización no cayó debido a un solo evento catastrófico, sino que sucumbió a presiones ambientales sostenidas. Esta investigación subraya una lección fundamental para las sociedades modernas: incluso las civilizaciones avanzadas no son inmunes a los impactos del cambio climático prolongado, especialmente cuando afecta recursos esenciales como el agua. Comprender estas antiguas vulnerabilidades puede ayudarnos a prepararnos mejor para los desafíos del clima cambiante actual.
H. Solanki et al. 2025. La sequía del río forza la metamorfosis de Harappa. Entorno Terrestre Comunitario 6, 926; doi: 10.1038/s43247-025-02901-1
